martes, 18 de mayo de 2010

Cap 04 : Owen es presentado como jugador del Newcastle


Hoy Owen es presentado como nuevo jugador del Newcastle. La vida, en fin : Hace más o menos un año pasaba la revisión médica en la clínica de la Zarzuela. Mi mujer y yo estábamos allí , en la habitación 325, con dos mellizos que tenían sólo tres días de vida.

Una mañana, totalmente agotado, bajé a tomarme un café con leche y un donuts antes de volver a perderme en un mundo de biberones y pañales. Todo por partida doble. En la entrada principal habían colocado grandes carteles de Sanitas, como si esperaran la llegada de algún famoso. Yo iba a lo mío, a tomarme un café y a recordar cómo era el mundo hasta hace tan sólo tres días. Sin ese cansancio que me invadía por completo, sin la sensación de que las horas se mezclaban unas con otras como huevos rotos dentro de una caja, sin la convicción de que una parte de mí ya no me pertenecería por mucho que tratara de fingir. Un café y un donuts, como si nada hubiera cambiado. Al terminarme el café, que pasó por mí sin hacerme efecto, vi que los carteles iban ocupando más espacio.

Ya en la habitación, mi padre me habló de Owen, el nuevo fichaje del Madrid. Me asomé a la terraza y vi una fila de personal de la clínica esperando su llegada. Me pareció una curiosa coincidencia.

-¿Y quién es Owen? – pregunté.
-Un bota de oro.

Lo de bota de oro me sonó a premio literario. El cuerpo, que es sabio, se esforzaba por mantener mis funciones básicas, dejando las menos importantes en manos de esa parte del cerebro en la que trabajan los becarios que normalmente se dedican a tareas del montón. A saber : abrir una lata, calcular si el papel higiénico que hay en el rollo es suficiente o avisarnos ,demasiado tarde, si el café nos ha quemado la lengua.

-Dicen que es muy bueno – me dijo mi padre – Pero eso no es lo mejor. ¡Mira!

Y encima de la cama, totalmente orgulloso, colocó dos carpetas con los carnés de socios de la pareja de recién nacidos. Todavía no habían sido inscritos en el registro y ya eran blancos. Pensé que ahí había una bonita historia que contarles. Me imaginaba a Owen haciendo historia en el Madrid, ganando botas y botas de oro como para llenar el armario de algún jeque árabe. Los enanos crecerían con la leyenda de Owen de fondo y la perspectiva de poder contárselo cuando fueran mayores me hizo sentir bien. Uno no es buen padre si no tiene buenas historias que contar, me dije.

Pero la vida es así, en fin, y Owen, un año después, ficha por el Newcastle, con lo que la historia que iba a ser la guinda de las celebraciones navideñas se queda en la anécdota que se cuenta en el coche cuando , ya de verdad, se está a punto de llegar y los niños no dejan de arañar los cristales pidiendo que volvamos a parar para ir al servicio.

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